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La angustia y el dolor, el placer y la muerte no son más que un proceso para existir".
"¿Qué sería de mí sin lo absurdo y lo fugaz?"

20 agosto, 2007

Las caricaturas ...

Articulo de Mauricio García Castro
A principios del siglo XX, en nuestro país, comenzó a desarrollarse una lucha editorial que duraría varias décadas.

Agustín Edwards Mac Clure, próspero empresario, político y diplomático, funda, en 1905, la Editorial Zig-Zag, para enfrentar a Imprenta Universo, que tenía sus oficinas centrales en Valparaíso y que lidera, por ese entonces, el mercado de las revistas.

El 19 de febrero de 1905, aparece el primer número de la revista "Zig-Zag", la que se transformaría en la iniciadora oficial en Chile del mercado de revistas y el periodismo moderno. La publicación fue pensada inicialmente como suplemento del diario "El Mercurio", publicación fundada en Santiago en 1900.

"Zig-Zag" contaba, al comenzar a editarse, con modernos elementos mecánicos y personal contratado para tal efecto en Europa, con lo que resalta y dignifica la profesión de periodista. Su promoción duro largos meses, con una gran publicidad que hizo esperar ansiosamente al público su aparición, lo que, unido a su bajo precio (20 centavos), la hizo muy popular desde el principio, en todas las esferas sociales.

La Editorial Zig-Zag se ubicaba en un edificio de la calle Teatinos 666, según recuerda Jorge Délano Frederick, más conocido como Coke, en su libro autobiográfico "Botica de Turnio". En ese edificio los dibujantes ocupaban el Hall Central, con amplias mesas para cada uno de ellos.

En sus primeros años, Editorial Zig-Zag realiza una amplia obra editorial que incluye "El Mercurio Ilustrado", en 1905, y la revista "Corre Vuela", a principios de 1908. También inició la revista de historietas de más larga y recordada trayectoria, "El Peneca", en 1908, así como "Selecta, revista de arte" en 1909, "Pacífico Magazine", en 1913, y muchas revistas más.

Como se dijo, la más conocida de las revistas "de sociedad" era el semanario "Zig-Zag", que duraría casi 60 años publicándose y llegando a editar 3.102 números. Fue dirigida por muchos años por el escritor Joaquín Díaz Garcés, el que reunió un selecto grupo de ilustradores, caricaturistas y dibujantes para trabajar en ella. Ello posibilitó que, en sus páginas, aparecieran las primeras historietas conocidas en nuestro país.

Para conocer a los caricaturistas de esos años, debemos remitirnos básicamente a lo que cuenta Jorge Délano en la obra ya citada y en su "Yo soy tú", la autobiografía que relata, entre otros aspectos de su vida, estos estimulantes años. Los recuerdos del notable artista nos muestran un joven Coke conducido por su padre a la revista "Zig-Zag" y presentado a los dibujantes.

En ese recorrido narrativo por el edificio donde funciona "Zig-Zag", Coke encuentra al artista Moustache, su ídolo. Moustache le pide un dibujo a Coke y esto originará, finalmente, el ingreso de Jorge Délano a la revista. También llega a conocer a los dibujantes Foradori y Carlos Zorzi, notables ilustradores italianos que no incursionaron en la historieta; a León Bazin, grabador francés; a un joven Pedro Subercaseaux, más conocido como "Lustig" en su labor de caricaturista; al francés Paul Dufressne, ilustrador de la portada del primer número de "Zig-Zag"; y a los españoles Juan Martín y otro de apellido Navarrete. Estaban, además, Richón Brunet, maestro de varias cátedras de la escuela de Bellas Artes, y Emilio Dupré.

Julio Bozo, el célebre Moustache, dibujante humorístico de la revista "Zig-Zag", también hacia las portadas del semanario "Corre Vuela" y campañas publicitarias de gran éxito, como la del alimento Tisphorine. Realizó, además, notables retratos humorísticos de la vida citadina y provinciana de las primeras décadas del siglo XX. Casi nunca trata temas políticos, pero sí se burla de la burocracia. Sus historias en varios cuadros llenaban una página, con textos al pie del dibujo, llenos de un humor muy chileno. Una historieta suya era "Las aventuras de Lucas Gómez", personaje popular que representaba un huaso en la ciudad, y que también fue dibujado por Chambergo. El origen del personaje era una comedia muy popular a fines del siglo XIX, de don Mateo Martínez Quevedo (1848-1923).

Moustache, en 1920, recibe una importante herencia y decide dejar de dibujar, se corta los bigotes y se va al campo a descansar, sin volver nunca a su antigua profesión, nos cuenta Coke, con lo que perdemos su rastro.

Nataniel Cox Méndez, que firmaba Pug, figura en la revista "Zig-Zag", desde 1906. Según Coke, fue el mejor caricaturista nacional, desapareció prematuramente, el 24 de agosto de 1930. Ilustraba, entre otros trabajos, refranes populares, pero término especializándose en dibujos casi naturalistas, verdaderos retratos, con ligeras deformaciones para acentuar la personalidad del personaje caricaturizado.

Otro artista muy importante de esta revista fue Pedro Subercaseaux Errázuriz, nacido en Roma en 1880 y muerto en Santiago en 1956, hijo del pintor y diplomático Ramón Subercaseaux y más conocido por sus pinturas. También su nombre tuvo notoriedad, en su tiempo, por el escándalo desatado ante su separación matrimonial e ingreso a la orden de los Benedictinos, como Fray Pedro Subercaseaux.

Con su pseudónimo Lustig (divertido o chistoso, en alemán) creó, en revista "Zig-Zag", a "Von Pilsener", un hombre robusto, con cara de viejo pascuero, gorro, anteojos, chaqué y bombo, acompañado de un perro salchicha de larguísimo nombre. Es presentado en su primera historia como: "Don Federico Von Pilsener, sabio alemán, comisionado por el gobierno de su país para estudiar las costumbres salvajes de una lejana región llamada Chile. Al efecto se embarca acompañado de su perro Dudelsackpfeifergeselle".

Las aventuras o desventuras de "Von Pilsener" aparecen irregularmente en la revista entre 1906 y 1907, para luego emigrar a otras publicaciones. Su autor pretende, según aclara él mismo en sus memorias, "resaltar, en forma humorística, nuestros propios defectos, exponiéndolos a la crítica de un imaginario observador europeo", lo que logra con fino humorismo y ácida crítica a las costumbres. Von Pilsener transformará, a Pedro Subercaseaux, en el primer dibujante nacional de historietas en crear un personaje.

Una de las casas en que vivió "Lustig" alberga al Instituto Cultural de San Miguel, lugar en que se han realizado importantes foros y exposiciones sobre la historieta local. El escritor Jorge Montealegre, junto a Héctor Morales, rescatan su memoria en 1993, en un libro recopilatorio: "Von Pilsener, primer personaje de la historieta Chilena", de Editorial Asterión.

Otros caricaturistas políticos de esos primeros años de la revista Zig-Zag son Lamberto Caro, Emilio Álvarez y el mencionado Santiago Pulgar. Lamberto Caro, que firmaba simplemente Caro, ejecutaba sus caricaturas con sólo unas cuantas líneas, sin el auxilio de las sombras.

Estaban, también, don Raúl Figueroa, con seudónimo Chao, que dibujaba, entre otras cosas, "La vida caballuna" en un tabloide y que pasaría muchos años trabajando en "Las Últimas Noticias", hasta la década del cuarenta.

Mencionamos, además, a don Manuel Guerra, de seudónimo Max, y al peruano Eguren Larrea, humorista de línea y color que sé hacia pasar por español. Ellos fueron los mentores del joven Coke que, en 1911, iniciaba sus labores en "La Semana Política", "Corre Vuela" y, luego, en "Zig Zag" y "Sucesos".

Juan Olivier, excelente ilustrador de "Zig-Zag", emigra a EE.UU., donde logra una sólida reputación en el campo publicitario. Años después, recibe a Coke en ese país y lo invita a cenar, demostrando que su adaptación al difícil medio norteamericano no lohace olvidar susmodestos comienzos en nuestra patria.

Son años de éxito para Edmundo Searle, cuyo seudónimo era Mundo. Este artista, nacido en Valparaíso en 1894 y fallecido en 1982, dibujaba a la aristocracia chilena, a los dandis de la hípica criolla, y reproducía su elegancia y pose aristocrática. Sus apuntes, verdaderas viñetas en colores, elegantes y sobrias, no sólo se quedaron en Chile, en revista "Zig Zag", "Sucesos" y "La Semana Porteña", entre otras, sino que le permitieron viajar, en 1917, a Nueva York, donde trabajó para el New York Herald, lo que le permitió codearse con la nobleza, ya que era invitado a las tertulias de los Rothschild. Luego viajó a París y Londres, colaborando en "The Bystander Ilustrated Sporting News", que giraba en torno a la nobleza. Luego regresó a Chile y sólo se dedicó a la pintura, siendo sus temas predilectos los hípicos y deportivos, así como los retratos de salón y bar, pero para venderlos al extranjero, en dólares, como ya manifestaba a mediados de la década del 50 y ratificaba en su ancianidad a Luisa Ulibarri, a principios de los 70, ya que, según él, en Chile no se podía vivir, por la pérdida de la elegancia de antaño. Sus pinturas estuvieron mucho tiempo en el Bar Nacional y en el Hipódromo Chile y colecciones particulares.

Otros dibujantes fueron Walter Barbier, que firmaba Tom, un hombre tullido y jorobado, pero jovial y ameno, con ágiles trazos en el dibujo; y Alfredo Bustos Navarrete, gran dibujante, que entró a la empresa en 1913, ilustrando las páginas de "Pacífico Magazine", para luego tener cargos directivos. En 1929, llegaría a Director de la revista "Zig-Zag", renovándola y volviendo a sacarle brillo, pero dejando de lado su labor de dibujante.

Una declaración de Coke a Luisa Ulibarri, en 1971, muestra como eran mirados los dibujantes y periodistas de esos años: "Cuando decidí ser dibujante, me retire del grupo familiar. Mi actividad era para ellos denigrante". En efecto, vivía en una pieza contigua a la sala de redacción de sus trabajos, en un ambiente bohemio.

Luego de la I Guerra Mundial se viven los fabulosos años 20, con tremenda agitación social y enconadas luchas políticas. La caricatura, aún no la historieta, es testigo y, en ciertos casos, protagonista. En 1919, la editorial Zig-Zag es adquirida por Gustavo Helfmann, dueño de Imprenta Universo, al llegar a un acuerdo con Agustín Edwards, su rival, que abandona el negocio de las revistas, concentrándose en los diarios.

En 1928, Editorial Zig-Zag se traslada a su local tradicional de calle Bellavista casi esquina de Pío Nono, con gran lujo, poco antes de la gran crisis económica. La compra de la empresa Zig-Zag por Universo trajo a Santiago a la revista "Sucesos", su gran competidora en el mercado de las revistas.

En "Zig-Zag" dibujaban, en los años 20, don Germán Luco Cruchaga, que firmaba Whisky, y Enrique Alfonso, Osnofla. Ambos eran notables escritores y dibujantes de sus propios artículos satíricos. Él último publicaba sus "Garabatos", que eran noticias en broma, ilustradas. Lo mismo hacia Raúl Simón, nacido en 1893, estudiante de ingeniería en esos años, que luego se haría conocido como periodista bajo el seudónimo de "César Cascabel" y, más tarde, como importante ejecutivo de una empresa extranjera. Años después publicaría "Las Crónicas de César Cascabel".

Se iniciaba en el dibujo Alfredo Adduard Corbalán, estudiante de medicina, que trabaja como caricaturista en "Los Tiempos", editada por "La Nación" y que luego fue acogido en "Zig-Zag", por su estilo tajante y preciso. Según Coke, se perdió un doctor y se ganó un dibujante, al abandonar éste definitivamente los estudios de medicina. Llegaría a ser Premio Nacional de Periodismo, mención dibujo, en 1965. Falleció en Santiago, a los 70 años el 18 de mayo de 1969.

Con ellos se cierra una época brillante del semanario Zig-Zag, que reunió en sus páginas a los mejores dibujantes de esos años.

FUENTE: Ergocomics
EDMUNDO SEARLE
VIÑA DEL MAR...









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